Algunos vinos no solo se disfrutan en el momento, sino que permanecen en la memoria con la misma intensidad con la que se degustaron. La Nieta 2016 es uno de esos vinos inolvidables. Lo descubrí en 2019 y, desde entonces, sigue siendo un referente en mi paladar y en mi recuerdo. Un tinto excepcional que refleja el alma de Rioja Alavesa y la maestría de la bodega Viñedos de Páganos.
Viñedos de Páganos: La excelencia en cada botella
La Nieta es una de las joyas de Viñedos de Páganos, bodega fundada en 1998 por la familia Eguren, uno de los apellidos más prestigiosos en el mundo del vino español. Situada en la localidad de Páganos, en el corazón de Rioja Alavesa, esta bodega destaca por su filosofía de elaborar vinos que expresan la pureza del terruño y la identidad del Tempranillo.
La Nieta proviene de una pequeña parcela de apenas 1,75 hectáreas, plantada en 1975 sobre suelos arcillo-calcáreos, con una altitud y exposición privilegiadas que favorecen una maduración óptima de la uva. La combinación de clima atlántico y suelos pobres permite obtener una uva de altísima calidad, que da lugar a un vino complejo, elegante y con gran capacidad de envejecimiento.
Un vino elaborado con mimo y precisión
La vendimia se realiza manualmente, con una exhaustiva selección de racimos para garantizar que solo la mejor fruta llegue a la bodega. La fermentación se lleva a cabo en pequeñas tinas de roble, seguida de una crianza de 16 meses en barricas de roble francés, lo que aporta estructura, profundidad y un refinado equilibrio entre fruta y madera.
Un vino que deja huella
Lo que hizo que La Nieta 2016 se quedara grabado en mi memoria fue su equilibrio perfecto entre potencia y elegancia. Su nariz desplegaba un abanico de aromas intensos a frutas negras, especias, cacao y un sutil fondo mineral. En boca, era sedoso y vibrante, con taninos finos y una acidez que le otorgaba frescura y longevidad. Un vino que evolucionaba con cada sorbo, invitando a la reflexión y al disfrute pausado.
Han pasado años desde que tuve la oportunidad de disfrutarlo, pero sigue siendo uno de esos vinos que definen lo que significa la grandeza enológica. Porque hay vinos que se olvidan con el tiempo, y otros que permanecen en la memoria para siempre.